LA GUERRA DE LAS FRUTAS Y EL JOVEN NARANJA
Hace mucho tiempo, en un pueblo frutal había un joven naranja que era paciente. Sus compañeros luchaban entre ellos porque les gustaba pelear. Pero al joven naranja le gustaba leer.
El joven naranja se dio cuenta que las frutas morían cada vez que había guerra. Dos de ellas, actuaban como la naranja; eran el joven piña y el joven pera. Ellos fueron los únicos que no peleaban.
Entonces entre los tres decidieron hablar con todas las frutas y les les dijeron que si seguían matándose habría más dolor para sus familias. Al final, todos entendieron que no era bueno pelear y se hicieron amigos.
Colorín, colorado, este cuento frutal ha acabado.
Jamir Navarro
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